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Oxigenoterapia
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Tratamiento |
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¿Qué es la oxigenoterapia?
Uno de los tratamientos más habituales en los hospitales es aplicar mascarillas de oxígeno cuando las pacientes se encuentran en estados de hipoxia, es decir, con déficit de oxígeno en el organismo causado por diversos problemas respiratorios. Cuando se aplica de esta manera, el oxígeno es considerado fundamentalmente un fármaco más, por lo que debe ser prescrito y administrado por personal cualificado.
Sin embargo, una vez más se ha dado el salto de la medicina al mundo de la estética y ya no solo en centros hospitalarios se trabaja con este gas. En los últimos años se ha hecho un hueco en los centros de estética, donde se ha convertido en toda una alternativa al bótox o la mesoterapia para el cuidado de la piel, ya que se trata de un tratamiento que no necesita recurrir a la cirugía y que es totalmente indoloro, siendo muy poco agresiva para nuestra dermis.
Sus defensores no dudan en afirmar que es uno de las mejores terapias para mejorar el tono y la luz de la piel , aunque sus cualidades pueden potenciarse aún más si se combinan con otros tratamientos alternativos, como es el caso de la aromaterapia.
¿Beneficios de la oxigenoterapia?
La oxigenoterapia está pensada para muchos tipos de clientes, puesto que es útil para tratar diferentes problemas estéticos que van desde pieles con muchas arrugas, secas o grasas, maduras o cansadas. Este amplio abanico se justifica porque el oxígeno aporta hidratación, favorece la microcirculación, aumenta la producción de colágeno, ayuda a reducir el tamaño de los poros y regula la secreción sebácea.
El ritmo frenético de vida que solemos llevar, acompañado de una no siempre saludable alimentación, junto con otro tipo de hábitos vitales poco aconsejables (tabaco, alcohol, etcétera), hace que nuestra piel sufra y proyecte que no estamos tratando bien a nuestro cuerpo. Esta falta de elasticidad e hidratación es un primer aviso de que nuestros hábitos deberían mejorar.
Para combatir estos efectos en nuestra piel, el uso alternativo del oxígeno persigue precisamente mejorar su aspecto, hidratación y tersura. No es el único beneficio de la oxigenoterapia, además es capaz de:
- Aumentar el metabolismo de la piel y el tejido profundo.
- Mejorar la firmeza de la piel (reducción de arrugas y flacidez cutánea), gracias a que estimula la producción de colágeno.
- Provocar un efecto reductor del volumen, puesto que favorece la microcirculación y, por tanto, mejora el aspecto de la piel con celulitis.
- Ayuda a reducir los poros y aporta humedad. Resulta útil en el tratamiento del acné.
- Ser despigmentante, por lo que está indicada para atenuar ojeras y algunas manchas en la piel.
- Tener un efecto relajante.
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¿Cómo se aplica la oxigenoterapia?
Las sesiones de oxigenoterapia cuentan con unos porcentajes superiores al 95% de oxígeno –el aire que respiramos tiene una proporción de algo más de un 20%– por lo que es muy importante, como siempre en este tipo de terapias naturales, acudir a centros con especialistas en la aplicación de este gas.
En principio, el oxígeno ionizado –que es como se administra en tratamientos de belleza– bien administrado no es nocivo, por lo que se puede aplicar a todo el mundo. No obstante, las personas con enfermedades graves deben antes consultar a su médico por si existiera algún tipo de contraindicación que desaconsejara un tratamiento a base de oxígeno.
Una sesión de oxigenoterapia
Hay diferentes formas de administrar el oxígeno, aunque una de las más habituales es aplicarlo con la ayuda de un aerógrafo y complementarlo con distintos productos naturales que ayuden a nutrir la piel y relajarla. Esta técnica, ya sea manual como en duchas corporales, está especialmente indicada para tratar los problemas de tono, luminosidad y aspecto de la piel, ya que nos ayuda a limpiarla con profundidad.
Otro tipo de sesión en la que se utiliza el oxígeno es mediante un masaje especial, en el que, con presión con los dedos, se administra este gas y otros principios activos para que penetren, de esta manera, hasta capas más profundas de la dermis. Las personas con celulitis o problemas de circulación sanguínea son las que más beneficios obtendrán de esta técnica, puesto que, junto con la aplicación de oxígeno, se consigue trabajar de forma directa e insistente la causa de estos dos trastornos.
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